martes

Mi planta, mi hijo y yo. Dilema para padres.








En general hay dos conductas que manifiestan los padres frente a un hijo con altas capacidades, miedo o descreimiento. Las dos perjudican notablemente la aceptación del hijo tal como es. Distinto. Ni mejor ni peor que otros. Diferente.

Siempre digo que tener un hijo de altas capacidades es convertirnos en padres luchadores. Hay que armarse de paciencia. No dejarse llevar por mediocres profesionales que al no conocer la problemática de un niño así, lo derivan a gabinetes piscopedagógicos, a psicólogos, o incluso a médicos neurólogos!, para determinar un problema que buscan a ultranza. Señores profesionales, con mi debido respeto, no hay problemas, hay diferencias. 


Así como jamás un niño down será tratado por profesionales que no estén capacitados en el tema, las altas capacidades tampoco deberían ser evaluadas por gente sin conocimiento de lo que es específicamente un chico con manifestaciones de potencialidades altas.

Supongamos que vamos a un vivero y compramos unas semillas de una planta que tienen todos nuestros vecinos, supongamos el señor del vivero se confunde y nos da unas semillas que no son de la planta que nosotros queríamos, supongamos que la sembramos sin mirar el paquete, y supongamos que al tiempo , nuestra planta no es como la de nuestros vecinos. ¿Qué haríamos en este caso? Piénsenlo por un momento.
Imaginen si nos llegan semillas de orquídeas. Es fácil la respuesta no? Ahora imaginen si en vez de orquídeas nos da unas flores que no nos gustan. Es casi un problema ético.
Regalamos la planta después de haber invertido esfuerzo y cuidados? Decidimos conservarla pero sin mucho cuidado para que se adapte a nosotros? La escondemos? Se la damos a otro vecino que sabemos la va a cuidar mejor que nosotros? Supongamos en tercer lugar que no pudimos desentendernos de la planta y que un día viene alguien a visitarnos y nos dice que esa planta de flores feas, distintas a las flores vistosas se nuestros vecinos, da unos frutos tan sabrosos , tan tan sabrosos, que nos trata hasta de suertudos por tener un especie de esas en casa. Qué haríamos? Seguro nos informaríamos de sus cualidades, de los cuidados que esta requiere para no secarse, ensayaríamos cambiarla de sitio si vemos que el sol la seca , etc, etc. No nos asustaríamos. Le hablaríamos a todo el mundo de nuestra planta distinta a las demás. No la enjuiciaríamos por ser diferente.
Pues lo mismo deberíamos hacer si dentro del útero, la conjunción de genes dio como resultado un niño distinto al resto.
Que no evoluciona como los demás. Lo hace a veces más tarde, a veces mucho más temprano. Advertimos sin querer un día, que no son iguales a los de nuestros vecinos. Y nos empecinamos en que lo sean. Perjudicándolos. A un niño deficiente le haríamos hacer lo que hace cualquiera a su edad. No. Por qué? Supongo que por amor, pero muchos nos dirán por lástima. Hay leyes que rigen la educación específica para estos niños. Para que den lo mejor de sí. Para que se integren a una sociedad. Para que no sean discriminados.
Pues en las altas capacidades eso no existe. Sólo en algunos pocos lugares del mundo hay leyes, hay capacitaciones de docentes, hay un marco que contenga a padres e hijos.
Así que mi consejo es, investigar, no negar, asociarse con padres, no negar, observar a los hijos, no negar, buscar gente que entienda del tema, no negar, no negar, no negar. Esto es lo peor que les podemos hacer.
Si nosotros como padres no los comprendemos y los queremos encajar en el molde de la "normalidad" les aseguro que más pronto o más tarde, recogerán  los amargos frutos del fracaso infantil.
Por eso, padres y madres que buscan, como yo, desesperadamente, información no sólo por los nuestros, que en mi caso ya ha crecido, sino por los que recién empiezan a enfrentarse al mundo de la escolaridad y se tropiezan con el mismo dolor que nosotros y los nuestros: la falta de información de los docentes y sus terribles consecuencias, les traigo hoy un número de una revista  de docentes españoles dedicada a la Superdotación y el Talento. Pinchad acá. Para leer cada capítulo hay que clikear en el título que les interesa.
Espero que les abra las puertas a muchas otras preguntas y otras tantas respuestas.
Eso sí, diviértanse con ellos, pueden, si quieren, hasta doblar cucharitas!

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