Hola a todos los padres en apuros que siguieron o encuentran este blog por primera vez.
Han pasado muchos años desde que lo publiqué, y por temas personales perdí la posibilidad de entrar en él hasta hoy.
Les comento a todos los que preguntan y buscan soluciones que mi hijo ya tiene dieciocho años, terminó su secundario en una Bachillerato Popular de la Ciudad de Buenos Aires como Perito Auxiliar en Desarrollo de Comunidades, y ahora se puede decir que su educación, depende de él, ya no de mí.
Tengo cierta tristeza de ver cómo se han desaprovechado sus aptitudes en todo su ciclo escolar.
Creo que los docentes y el sistema en general, el educativo tanto como el político, no están preparados para entender que las altas capacidades no son un regalo ni una bendición si no se encaran adecuadamente.
Recomiendo a los padres con hijos de altas capacidades, que recién están empezando en la lucha por la educación de sus hijos, que hagan lo imposible por educarlos en casa.
De no poder, lo más recomendable, es mandarlos a una escuela donde prevalezca lo afectivo, una escuela pública o cualquier otra, donde que le quiten el menor tiempo posible para que puedan desarrollar en la casa, sus intereses y pasiones.
Me encantaría poder contarles maravillas o progresos, pero lamentablemente no fue mi experiencia.
Lo único grato que tengo para decirles fue que hace pocos días, mi hijo me expresó su agradecimiento por haberle abierto puertas y haberlo estimulado con mi ejemplo. Nada más que eso.
Un abrazo a todos, madres y padres en apuros, y sus hijos.
lunes
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