miércoles

Cuestión de seguridad


Todavía hay cosas que me dan mucha risa de Argentina, por no decir lloración (palabra inventada por Baltasar cuando tenía un par de años)...

Recién vengo de la reunión en la escuela de mi hijo, una escuela que queda en una ruta, para ir me subí a la combie escolar que lleva a mi hijo como hago siempre que tengo reunión,
Me subís?
Dale!...y nos fuimos.
Pensé que eso en Alemania hubiera sido imposible...una cuestión de Seguro, seguro.
Después de atraversar calles de barro llenas de pozos, de casi aplastar a un par de perros, de ver barrios paupérrimos al lado de magníficas residencias, llegamos a la escuela.

Ahí mi cabeza ya había comenzado a comparar: los congresos de ls que participo en educaión, medioambiente , cultura o turismo, tan llenos de gente con tan buenas intenciones y la tan cruda realidad de cada día.

Bien, el tema que nos reunía a los padres( a todo esto...¿por qué le dirán reunión de padres si nunca asiste ninguno, no? ) el tema que nos reunía a las madres, era el viaje de estudios de nuestros hijos...
Todas las preguntas versaron sobre seguridad, mi cabeza, en cambio, flotaba por los lugares que iban a recorrer en su viaje a Buenos Aires:...el Teatro Colón está cerrado, decía una y en mi interior agendaba debo decir que si está cerrado el Colón bien pueden ir a visitar el Cervantes, al que merecidamente le llaman el pequeño Colón...en fin, que me perdí todas las cuestiones de seguros y papeleo por imaginar cómo esos niños disfrutarían de aquel tan esperado viaje .

Volví en mí cuando una madre planteó el tema de los buses de dos pisos, que si eran seguros, que si no...y recordé la cantidad de viajes en ellos que hice en mi vida.Pero una no va decir nada, no sea cosa que la tomen por agrandada.

Bien, terminó la reunión, con saludos varios, y me acerqué a la administración, me podés llamar a un remís por favor? pregunté ... (me acordé de cuando llegué de España y me dijeron: Mirá el remisse es como un taxi , viste, pero te viene a buscar a tu casa, y tenés de dos tipos: el trucho (más barato, autos hechos mierda que no pagan seguro o los comunes, un poco más caros, ah, y se escribe remís...) en ese momento me dio risa el talento argentino para la trampa y la creatividad para el rebusque, debo confesar, pero ahora les digo lo mismo a los que vienen del extranjero...es a gusto del consumidor digamos.
Sí como no!, remis o taxi? Me dijo cordial la secretaria.
Remis, por favor....
....espero....disca....esperamos....
Sí..para la señora Diana...sí por la ruta, sí...ok, si si!....gracias.
Ya viene.
Gracias.
De nada.
Perdón, le dijiste por la ruta o por la entrada de atrás?
Por la ruta.
Gracias.
De nada.
Chau.
Chau.

Salgo a la calle y veo que vienen a arreglar la puerta. Me quedé tomando frío del lado de afuera. Total, el remis llegaría en seguida.
....
Espero
.....
Espero
.....Espero, espero y espero.

Vuelvo a tocar el timbre, a preguntar qué pasó con mi remis, que ya hacía media hora que no venía.
Perdón, yo llamé un remis, para la señora Diana...sí...por la ruta...si....bien.
Dice que está en la puerta de adelante.
UH! Corrí a la puerta, salí cuando el que arreglaba el portero automático me lo permitió, enloquecida miré a mi alrededor, y además de camiones y frío en las ventanas de los autos mal estacionados, vi a un coche con un hombre, ¿¿¿¿REMIS????? le pregunté...NO! ¡¡¡COCA COLA!!! me dijo, bajándose del coche y riéndose, vengo a levantar el pedido de Coca Cola!
Ah perdón!
Bien, sigamos, será por la otra entrada...quise...
Ma sí...otra vez estaba el que arreglaba la puerta impidiéndome el paso...
Mejor me voy a caminar por la ruta embarrada, hasta el colectivo! Más seguro, Seguro.

Comienzo a caminar temblando de frío, de esos fríos raros de Mar del Plata, llenos de humedad, que no sabés cómo despegarte de los huesos, y camino, entre chumbidos de perros, bocinazos de camioneros , esquivando los charcos de agua, pegando algunas patinadas con mis zapatos embarrados, y en eso, veo que el único camino que tengo para seguir avanzando es pasarle por debajo a un camión doble acoplado, cruzado en la vereda, bajando mercadería para una fábrica...
NO!..., pensé, esto es una broma...Yo, Dianita Laurencich...agachándome para pasar por debajo de un camión como los mismos camioneros? NO!...y quedé, paradita , estúpidamente parada, bah, esperando que alguien me diga, ya va señora, ya lo sacamos...o pase Ud por acá...o...¡Nada!.
EL guardia de la empresa, el seguridad, como le llamamos en Argentina, me hizo un ademán con los hombros hacia arriba como diciendo,¡y qué se le va'cer?
Pppp....perdón, por dónde paso? tres tipos miraron para otro lado...continué mi pregunta:¿¿¿Por abajo?????
Y sí...Dealé por abajo, porque estamos descargando vió? dijeron casi a coro todos.
Quedesé tranqui que no se le va a mover...está quietito quietito...

Y ahí me di cuenta...mi querida Argentina, que estaba nuevamente entre tus brazos, jugando a los puentecitos por debajo de tus camiones, saltando charcos como Fred Astaire, y viendo a tus coches multicolores ( o sea, dos,tres colores, una puerta de cada color) y ancianiiiitos ya, pasar con ruiditos a torrrrrmmmmenta en sus escapes, llenándome de un polvo parecido al de las estrellas pero un poco más negro...mientrasespero el colectivo que quizá con suerte, en veinte minutos llegue...
Me da risa...mi Argentina querida...Buses de dos pisos ¡ay! yo le tengo un miedo, decía la madre de la reunión, pero todo sea para vea el Congreso de la Nación Argentina!

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